Como una estrella fugaz.
Como un meteoro de verano.
Breve, incandescente, intensa y cegadora fue la vida de Tezer Özlu.
También su obra, que muy pronto se convirtió en literatura de culto para toda una generación, con una prosa que resplandece, atrapa y emociona.
A partir de los dieciocho años, escapando de una infancia y una juventud en las que se sintió cautiva, esta mujer libre, acechada por la locura, prendada de la vida y de los hombres, vivió en París, Ancara, Estambul, Berlín y Zúrich, donde murió de cáncer.
Desplazamientos centelleantes que seguían la estela de sus caprichos, sus lecturas, sus amores o su incesante necesidad de emancipación y descubrimiento.
Sin embargo, una sombra amenaza todos sus instantes, la alegría del sol, del mar, de los primeros besos y las primeras aventuras.
Diagnosticada maniacodepresiva, es internada en varias ocasiones y sometida a tratamientos de electroshock y neurolépticos.
Otro resplandor, esa electricidad que atraviesa la cabeza, y contra el que tantas veces se rebeló… En este prodigioso texto repasa su infancia, la incomprensión, el exilio, su desprecio por el conformismo y las mentiras, la humillación de los hospitales y la violencia política.
También sus anhelos y sus momentos de exultante felicidad.
Con un lenguaje fulgurante, descarnado y franco, evoca con la misma naturalidad su pasión por la literatura y el despertar de su sexualidad.
Esta auto-ficción adelantada a su tiempo ilumina, aunque sea breveme... |